Con las fiestas navideñas, Laura es una de las personas que ha encontrado trabajo, en su caso en una pista de patinaje sobre hielo. Éste su tercer contrato en lo que va de año, y sólo le durará "hasta mediados de enero", explica esta diplomada en Empresariales.
Para entonces, le tocará volver a buscarse la vida, como las 3, 2 millones de personas que subsisten en España alternando el paro y los empleos precarios, un millón más que en 2004.
En 2015, se firmaron en España 18,6 millones de contratos, un récord que se superará este año. Tantos que si en 2007 la duración media de un contrato era de casi 82 días, ahora apenas supera los 51.
"Son números tremendamente preocupantes y que reflejan la mala situación que tiene, no sólo el mercado laboral, sino también de los agentes que están en ese mercado", explica Ignacio Zubiri, catedrático de Economía Aplicada de la UPV.
Esa precariedad se traduce por ejemplo, en la duración. En 2015 hubo casi un 27% de contratos de menos de una semana y, en 2016, más del 28%. Es algo que ha comprobado Zaira, una licenciada en Periodismo de 31 años, sólo encuentra empleos inestables para llenar su nevera. "En estos años, unos 11 o 12 contratos desde que me licencié en 2007", asegura.
La otra cara de la precariedad son los bajos ingresos. En 2009, el salario medio de un grupo de trabajadores fue de 12.700 euros brutos al año. Seis años después, ha bajado hasta los 11.500. El sueldo de Mariana, por ejemplo, baja de los 1.000 euros al mes, pero al menos ella tiene contrato de trabajo hasta el año que viene.
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