El acuerdo será ratificado por los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintiocho en la cumbre que empieza en Bruselas. Se trata del segundo pilar de la unión bancaria, cuyo objetivo es acabar con la fragmentación financiera en la eurozona y romper el vínculo entre Estados y bancos.

El compromiso aprobado por el Ecofin diluye la propuesta inicial de la Comisión y se ajusta a las exigencias de Berlín, que rechaza pagar por los problemas de la banca de otros Estados miembros. "Es un gran día para la unión bancaria", ha dicho pese a todo el comisario de Servicios Financieros, Michel Barnier. "Los contribuyentes ya no pagarán la factura cuando los bancos cometan errores.

Hemos puesto fin a la era de las operaciones de rescate masivas", ha resaltado. El acuerdo crea un fondo europeo único para financiar quiebras y reestructuraciones, que se nutrirá de aportaciones de los bancos.

El fondo alcanzará una dotación de 55.000 millones de euros en un plazo de 10 años. Pero en un primer momento, estará formado por compartimentos nacionales y sólo se convertirá en un fondo europeo único tras un periodo transitorio de 11 años, con una mutualización progresiva a un ritmo del 10 por ciento al año.

Ello significa que, mientras el primer año cada país deberá asumir las pérdidas de su banca, su aportación disminuirá gradualmente a medida que aumenta la contribución de los compartimentos de otros países.

Además, para poner en marcha este fondo deberá firmarse un nuevo Tratado intergubernamental, al margen del derecho comunitario, que tiene que negociarse antes del 1 de marzo de 2014, algo que ya ha sido denunciado por la Eurocámara, que ha amenazado ya con hacer descarrillar las negociaciones.

Para el periodo de 10 años que tardará en construirse el fondo, el Ecofin ha acordado una red de seguridad que minimiza el uso del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), tal y como quería Alemania.

Así, si falta dinero se recurrirá primero a ayudas públicas nacionales, a préstamos de otros compartimentos nacionales y al MEDE como último recurso, con un programa de rescate bancario similar al español. Por lo que se refiere al periodo posterior a 2026, el Ecofin todavía no ha decidido cuál será la red de seguridad, pero la mayoría de ministros apoya dar al fondo de resolución la capacidad de endeudarse en el mercado con el aval de los Estados miembros, según han informado fuentes europeas.