El número de camareros ha caído en más de 82.000 empleados en los últimos cuatro años. Un descenso que se produce, además en el mismo periodo en el que la población activa ha crecido en más de 919.000 personas. ¿Cómo es posible que en pleno 'boom' de la hostelería y del turismo el número de camareros se haya reducido de forma sustancial?

La respuesta la han encontrado los economistas de Arcano Research, que han observado que muchos de los que trabajaban antes de la pandemia en la hostelería, el sector más afectado, no han vuelto a su anterior puesto de trabajo. Y su conclusión no deja lugar a dudas: "Una parte significativa de empleados previamente en comercio y hostelería que no han querido volver a sus puestos de trabajo tras la pandemia podrían estar estudiando", sostienen.

Es decir, un porcentaje relevante de camareros, en lugar de mantenerse en un sector de bajo valor añadido y, por ende, de bajos salarios y elevados ritmos de trabajo debido a la alta estacionalidad, han optado por estudiar.

De profesión, excamarero

Brais era camarero y decidió darle un giro a su vida. "Estuve trabajando de cocinero en una pizzería y he decidido reciclarme para estudiar marketing y comercio, que es una vía más fácil para buscar trabajo profesional", explica. Lo hizo buscando mejores condiciones laborales.

Es lo mismo que le pasó a Natali, que dejó la hostelería por el mundo de la comunicación: "Haces muchas horas, son turnos que tienes que adaptarte tú y no siempre corresponden al sueldo, al tiempo o a los tiempos de descanso", señala.

Un trasvase que, consideran los autores del estudio, se produce buscando acceder a empleos de mayor calidad, con mejores horarios y salario. "Son personas con empleos con peores condiciones salariales y creen que después de los estudios van a acceder a empleos de mayor cualificación", afirma Leopoldo Torralba, economista de Arcano Partners. Esto explica que el número de trabajadores que hoy estarían estudiando algún curso de formación supere en algo más de 100.000 a lo que sería en circunstancias normales.

Una pérdida de personal que comienza a acusar el sector. Ángela lleva años dedicada a la hostelería y comenta que nunca había visto tanta temporalidad en el sector. Unas dificultades para captar personal que han provocado que en el último año el coste por hora trabajada en hostelería haya crecido más que la media. Según los datos del INE, el coste salarial por hora trabajada creció un 3,9% en 2022 y 2023 (hasta septiembre), pero en el caso de la hostelería ese incremento fue del 5,6%.

Sin embargo, Torralba concluye que esta nueva tendencia puede no ser sostenible, porque "las personas que dejan de trabajar y empiezan a estudiar no tienen como mantenerse", ya que "en muchos casos tiran de ahorros, ayudas familiares e, incluso, economía sumergida". Además, advierte de que "una mayor formación no conlleva el acceso a puestos que ya están siendo cubiertos por personal más cualificado".