Quizá sea lo único que no se ha encarecido durante estos dos años y medio: abrir el grifo cuesta en casi toda España lo mismo que en 2020 y probablemente también lo mismo que desde 2015. Sin embargo, esto cambiará muy pronto, porque en el Área Metropolitana de Barcelona ya proponen subir las tasas un 30%, en Sevilla confirman que lo harán entre un 15 y un 18% y en Málaga, un 24% de inicio. Una tendencia que se extiende a más ciudades.
El agua se encarece porque los costes se incrementan, la energía y la masa salarial, y además aparecen procesos más costosos para extraerla de reservas que están más mermadas que nunca. "Hay que tomar medidas", advierte Juan de la Rosa, concejal de Urbanismo de Sevilla, porque las empresas públicas y los ayuntamientos ya no pueden asumir más pérdidas, "con un déficit de casi 14 millones de euros" en el caso de la ciudad hispalense.
Otro de los desafíos que afrontan los ayuntamientos es el plan de reformas y ampliaciones. Las ciudades crecen, las redes de agua envejecen, la sequía se agrava y mantener la calidad del servicio necesita financiación "porque tiene poco sentido que estemos lamentándonos por una sequía y no hagamos el esfuerzo los ayuntamientos de corregir las fugas que tenemos", según argumenta Francisco de la Torre, primer edil de Málaga.
En Barcelona, la empresa Aigües Ter Llobregat es la que gestiona la extracción y tratamiento del agua para 116 municipios del Área Metropolitana y es la que propone subir las tasas, pero avisa de que el traslado de estos costes a los usuarios dependerá de cada municipio. En el caso de Sevilla, la subida ya se ha aprobado para los hogares, y en Málaga se hará un primer incremento de un 24%, pero en los próximos años seguirá creciendo de forma gradual.
Esto está afectando a municipios con empresas de agua públicas o con los servicios privatizados, tanto del norte como del sur. Por ejemplo, Salamanca sube los precios un 8,7% y Zaragoza un 8,5%. También lo harán Valencia y Toledo, con cantidades aún por determinar, ya que son casos envueltos en polémicas administrativas y judiciales.
Subidas congeladas siete años
La principal causa de estos incrementos, según los ayuntamientos que han anunciado subidas, es la congelación de precios desde hace casi una década. Con el IPC en la mano, se puede observar que desde marzo de 2015 estas tarifas no se han movido prácticamente nada, algo que contrasta con los incrementos sostenidos de años anteriores y los que se volvieron a experimentar a partir de febrero de 2022.
Las actuales subidas se enmarcan en un proceso de 'descorche' que probablemente se extienda por todo el país. Málaga, por ejemplo, argumenta que solo el 24% de su primer tramo de subida de tarifas corresponde a la actualización del IPC después de ocho años de precios congelados.
Una de las aguas más baratas de Europa
Al menos antes de estas subidas anunciadas, España podía presumir de tener uno de los grifos más baratos del continente mientras mantiene un consumo muy eficiente en sus hogares, según los datos que recopiló la federación europea de servicios nacionales de agua EurEau entre los años 2017 y 2019.
Estos datos sitúan el metro cúbico de agua en España en prácticamente la mitad de lo que cuesta en Francia, y algo más barato incluso que en Portugal. De las grandes economías de Europa, tan solo Italia puede presumir de tener un precio algo más bajo que el de España.
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