Frente al olivar tradicional, herido de muerte por la sequía, en medio de esta crisis climática han entrado en el mercado fondos de inversión como Beka Finance, que apuestan por el regadío súper intensivo. Se trata de movimientos especulativos que prometen grandes beneficios, que se aseguran ingentes cantidades de agua, justo cuando la sequía aprieta más y, además, están provistos de la última tecnología.

En este sentido, Primitivo Fernández, director de la patronal del aceite ANIERAC, explica que "son inversiones que lo que buscan son producciones agrícolas con la máxima rentabilidad; es gente que viene con unas técnicas de último momento, eficaces, con gran capacidad productiva... y además de una manera muy efectiva económicamente".

Por su parte, Ángel Calle, profesor de Sociología de la Empresa en la Universidad de Extremadura, lamenta que "ellos siguen produciendo con pocos costes y tienen ese apoyo financiero", mientras que "la pequeña producción no tiene el apoyo financiero, los costes suben y tampoco los mercados están dispuestos a cubrir esos márgenes"."Compite directamente con el cultivo tradicional, y no para bien", expresa al respecto Javier Roldán, administrador de la almazara Roldán Oliva.