Wimbledon sigue en el punto de mira de la ATP y de la WTA. Ambos circuitos se han reunido en Madrid para estudiar sanciones para dicho torneo y la Asociación de Tenis sobre Hierba (LTA) por la exclusión de tenistas de nacionalidad rusa y bielorrusa del Grand Slam.

La idea de los jugadores y de las jugadoras es lograr un compromiso que les permita jugar bajo una bandera neutral, como sucede en los circuitos de la ATP y de la WTA, y también en el Abierto de Francia.

De no permitirles jugar consideran la opción de emprender acciones legales.

"La prohibición de Wimbledon no tiene sentido. Habrá consecuencias y mucha gente las esperará. En base a eso, los individuos pueden tomar sus propias decisiones", relata Azarenka.

La bielorrusa prosigue: "No veo su razonamiento. No tiene sentido. No conecta con lo que dicen. Nunca apoyaré la guerra, lo he dejado claro. Nunca apoyaré la violencia. No encuentro justificación para eso".

Su opinión contrasta con la de la ucraniana Dayana Yastremska: "¿Cómo podría jugar contra esas jugadoras cuando todos hablan de la guerra en Ucrania? La decisión es correcta.

En ese sentido, la LTA se enfrenta a multas de la WTA y de la ATP, y la posible retirada de puntos afectaría a otros torneos.