Sabiendo ya que su rival en la segunda ronda sería el australiano Nick Kyrgios, su verdugo en 2014, el español Rafael Nadal abrió su participación en Wimbledon apartando de su camino al japonés Yuichi Sugita, de la fase previa y 274 del mundo, por un cómodo 6-3, 6-1 y 6-3 en dos horas y un minuto.

No obstante, mal empezó el encuentro para Nadal, dos veces campeón del torneo y semifinalista el pasado año contra el serbio Novak Djokovic. Un resbalón, con caída posterior en el segundo punto del partido, y un quiebre inicial colocaron al japonés con ventaja de 2-0.

Aunque a la postre, esta sería la única que dispondría el jugador de Sendai de 30 años, durante todo el partido. El español ganó siete juegos consecutivos para hacerse con los dos primeros parciales, y no volvió a perder su saque después, rompiendo el de Sugita en seis ocasiones en total.

Nadal no competía oficialmente desde que ganó el título en Roland Garros por duodécima vez. Después, entrenamientos en la pistas de hierba de Calviá, sede del Mallorca Open, y dos partidos en la exhibición de Hurlingham, perdidos ante el croata Marin Cilic y el francés Lucas Pouille.

Misma preparación en los tres últimos años para afrontar el Grand Slam de hierba donde este año tiene la oportunidad de lograr el "doblete mágico" (Roland Garros-Wimbledon) por tercera vez (2008 y 2010).

Su primer partido oficial en hierba este año contra Sugita, campeón en el pasto de Antalya en 2017, y tercer japonés en ganar un título tras Kei Nishikori y Shuzo Matsuoka, le servirá para evaluar fuerzas y medir posibilidades cuando ahora le llega de repente un rival de envergadura, tan temible como excéntrico, como Kyrgios.