Carlos Alcaraz ha sacado adelante este viernes un partido frente a Jannik Sinner en el que en su mayoría fue perdiendo.
El murciano, con molestias en el antebrazo, se antepuso a las dificultades para remontar al nuevo número 1 y obtener un billete a la final de Roland Garros.
Carlitos vivirá su primera final en el torneo parisino, ese al que siempre le ha tenido un cariño especial, tal y como ha señalado en rueda de prensa.
"Vine a Roland Garros solamente una vez con 11 o 12 años, que vine a jugar un torneo que hacían debajo de la Torre Eiffel", recuerda.
"Fue un momento muy bonito en el que pude conocer a muchos jugadores, coincidí con Holger (Rune) y viví la experiencia de jugar internacionalmente", añade.
Ahora, en una final en la que se medirá ante Zverev, sueña con dejar su "huella".
"Yo salía del colegio e iba corriendo a casa para enchufar la tele y poder ver partidos en la tele. Es un torneo muy especial para mí que veo desde que era pequeño, en el que los tenistas españoles han tenido mucho éxito. Nos ha acostumbrado Rafa y también otros jugadores. Quiero dejar mi huella en esa lista", ha explicado.
¿Se imagina ganando?: "Sí que me imagino con la copa. Queda un pasito, un paso de los más complicados que hay, ganar las finales, que siempre son complicadas".
"Hay una frase que me repito mucho y es que las finales no están para jugarlas, sino para ganarlas. Tengo la imagen en mi cabeza de poder levantar el trofeo, pero es un largo recorrido porque creo que el partido va a ser complicado y el día de mañana también", ha zanjado Alcaraz.