El automovilismo en Estados Unidos se encuentra sufriendo un terremoto a causa de un supuesto caso de racismo contra el piloto Bubba Wallace.

El domingo pasado se encontró una cuerda con forma de soga en el garaje de Wallace en Talladega. Inmediatamente, la NASCAR comenzó a investigar los hechos y contacto con el FBI.

"La soga era real, como nuestra preocupación por Bubba", afirmó el presidente de NASCAR, Steve Phelps, que reseñó que "estamos viviendo una época de alta tensión emocional. Lo que vimos era un símbolo de odio y estaba presente solo en una zona del garaje, la de Bubba Wallace. En retrospectiva, deberíamos haber usado la palabra "presunto" en nuestro comunicado".

El propio Bubba, único piloto afroamericano de la competición, se pronunció al respecto: "Era una especie cuerda que servía como manija para la puerta del garaje que nos asignaron en Talladega, pero tenía la forma de un lazo".

"No sé si lo hicieron con odio en el corazón o como una broma, pero terminó siendo un malentendido, algunos dirán", añadió Wallace.

Además, el piloto quiso lanzar una cuestión al aire: "¿Va a llevar años y años llegar a un mundo perfecto? ¿Será un mundo perfecto? Quién demonios sabe; probablemente no, pero sabiendo que he dejado un impacto y he dejado un legado, si me sacan mañana, o cuando sea, entonces puedo hacerlo pacíficamente, porque he ayudado a educar a muchos de mis compañeros y muchos de los competidores".