Escasos son los pilotos considerados leyendas en el Rally Dakar. Lazard es uno de ellos, con 12 ediciones disputadas y tan sólo dos abandonos, por lesión y problemas con la caja de cambios de su Sherco. Llevó la moto a la línea de meta en 10 ocasiones, tanto en África como en América del Sur.

Nacido en Nimes, en 1978, abandonó su Francia natal a los 19 años por una oportunidad profesional en Uruguay, donde reside desde hace más de dos décadas. La afición por el motor le viene de su “papá”, tal y como expresa, que también “corría en moto”. Comenzó a pilotar a los 12 años en la modalidad de motocross pero su amor por el desierto y los raids llegó en el rally de Túnez, a sus 18 años.

Antes de acudir a su primer Dakar, con 26 años, al que afirma haberle tenido mucho respeto, corrió 20 rallies previos, en Túnez, Egipto, Dubai, Marruecos e, incluso, alguna fecha del mundial. “Eso me preparó para enfrentar mi primer Rally Dakar”, menciona Lazard.

Tras nueve ediciones con KTM, dos con Yamaha y una con Sherco, en 2018 corrió su último Dakar en moto. Desde su primer rally hasta los realizados hoy en día, la tecnología ha avanzado a pasos agigantados, lo que ha provocado un cambio importante en las motos.

“En los últimos rallies de África las motos pesaban casi 200 kilos. La KTM 660 tenía cuatro tanques de 12 litros de combustible cada uno”, comenta el franco-uruguayo, que, además, afirma que las motos de hoy en día, de 450cc, sólo llevan 30 o 32 litros y pesan 50 kilos menos.

"Te bañabas con agua fría a cero grados... no es agradable"

Además de las motos, la calidad de la estancia de los pilotos durante el Dakar también ha evolucionado. “En África te bañabas con un barreño de agua fría cada cuatro o cinco días porque el agua fría a cero grados no es muy agradable”, expresa un Lazard que, en su debut en el rally más duro el mundo, perdió seis o siete kilos.

“Tienes que venir con un poco de sobrepeso porque si corres en tu peso ideal y pierdes cinco o seis kilos, eso te destroza físicamente”, comenta.

En 2009 se rompió la rótula

En 2009 abandonó el Dakar por lesión tras romperse la rótula, el menisco y los ligamentos de una pierna. “Traté de seguir”, indica, “porque estaba bien clasificado, entre os 15 primeros, pero el dolor era inaguantable”.

Lazard, ahora mánager de KTM en Uruguay y preparador de pilotos en cursos de navegación, afirma: "Después del Dakar, en tu vida hay un antes y un después. Hay muchos momentos de angustia y se sufre mucho, pasas de los 40º de las dunas a, cuatro horas después, en Bolivia, a tener mucho frío por la nieve”. Por ello, llegar a meta es todo un logro.

"El Dakar es una carrera que te quiebra mentalmente"

A todas las horas de preparación de la etapa hay que sumar el tiempo encima de la moto, la exigencia del terreno y la resistencia, concentración y fuerza necesaria para un buen pilotaje. “Para la preparación es muy importante trabajar con psicólogos deportivos porque el Dakar es una carrera que te quiebra mentalmente. Frío, lluvia, un día te levantas a las dos de la mañana, otro a las cinco...”, expresa el piloto franco-uruguayo.

“En motos la sorpresa ha sido Daniel Sunders y en coches la carrera se va a jugar entre Sébastien Loeb y Nasser Al-Attiyah”, comenta Lazard. Además, concluye afirmando que para ganar un Dakar hay que ser muy bueno técnicamente, ser un elegido y tener una infraestructura.

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