Max Verstappen ha tenido un recibimiento más bien hostil en México. Tal y como se preveía, y más viendo lo que sucedió en el podio del GP de EEUU, el neerlandés no ha sido precisamente de los más queridos en el paddock, en el aterrizaje de la F1 en el país azteca.

En el país de su compañero de equipo en Red Bull. De un Sergio Pérez con quien rivaliza en la marca de las bebidas energéticas y que, claro está, cuenta con el total y absoluto apoyo de la hinchada mexicana. Tal ha sido la preocupación de Verstappen por cómo iría todo en México que cuenta incluso con un guardaespaldas.

Que tiene a alguien que le acompaña, y que le protege, en sus caminatas por el 'paddock'. Por un 'paddock' que fue puesto en duda por no pocos la pasada temporada. Por ello, Max no está solo.

"En 2022 aquí había mucho 'tráfico"

Y él, tan feliz. "En 2022 aquí había mucho 'tráfico'. Sobre todo para ir del hospitality al garaje".

"Esto de la protección además ayuda también a que pueda ser más suave en la pista. Me siento muy seguro", insiste.

Todo, por su guardaespaldas: "¿Y por qué no tener uno? Aquí tengo más seguridad, pero siempre hay países en los que hay mucho trabajo..."

"Aquí, por ejemplo, tuve todo un día de marketing y fue una gran recepción. Siempre he tenido una muy buena aquí. Es bueno estar de vuelta", prosigue.

"Hay que respetar a la competencia"

En ese sentido, aclara una cosa: "Apoyar a tu piloto favorito está bien, pero hay que respetar a la competencia".