Milagro. Así se puede definir lo que McLaren hizo no el pasado invierno sino dentro de la propia temporada en sí. Sí, cuando más difícil es. Cuando más complicado resulta dar la vuelta a la tortilla. Pero lo hicieron. Lo lograron. Pasaron de tener un coche complicado, un coche poco competitivo, a ser de repente la mayor amenaza para Red Bull tanto en clasificación como en carrera.

Tanto fue que llegaron a ganar un sprint gracias a Oscar Piastri. Tanto fue que, además, se alzaron con la cuarta plaza del Mundial de constructores a pesar de la tremenda ventaja que antes de la remontada tenían en Aston Martin. Pasaron del desastre de Bahrein a los dobletes de Japón y de Qatar. De no contar a tener a Verstappen mirando por su retrovisor.

Y eso se puede repetir este año. Sí, puede volver a suceder. Así lo han dicho. Así lo han avisado. Así han confirmado que puede pasar. Que puede volver a pasar. La diferencia, quizá, sea que a lo mejor no están tan atrás en Bahrein...

"Quizá requieran meses..."

Porque Andrea Stella, uno de los grandes nombres de los de Woking, ya ha dejado claro que el nuevo monoplaza de McLaren, el de verdad, puede tardar meses en llegar.

"Algunos cambios los vamos a tener de salida, pero hay otros proyectos que van a tardar. Quizá requieran meses para completarse", afirma en palabras que recogen en 'Motorsport'.

Sin duda parece que han dado con la tecla, junto a una de las parejas más deseadas del Mundial como son Lando Norris y Oscar Piastri: "Hemos analizado sobre todo si esa idea era correcta, o si eran circunstancias aleatorias pero no correlacionadas con nuestro concepto".

"Sí, nos cuestionamos si habíamos hecho el coche más rápido, pero también más difícil de pilotar yendo al límite. Sobre todo en clasificación", relata Stella.

A saber si sigue siendo tan rápido como lo fue pasado el ecuador del Mundial. Porque si es así, y si tienen más, Red Bull puede encontrarse con un durísimo rival de cara a 2024.