Aston Martin sigue siendo el equipo de moda en la Fórmula 1. Los dos podios logrados por Fernando Alonso en las dos primeras carreras lo demuestran, sólo hay que ver la reacción del equipo cuando el asturiano cruzó la línea de meta en Jeddah.

En cambio, la cara oscura se la llevó el AMR23de Lance Stroll. El canadiense estaba luchando una posición por delante con Carlos Sainz y, de repente, empezó a perder velocidad.

Dos problemas en uno

Stroll recibió, de forma inmediata, la orden tajante por radio de parar el monoplaza y apartarse de la pista, tal y como manda el reglamento. Obedeció y a boxes.

Al principio parecía que el problema venía de los frenos porque así lo hizo imaginar el sonido de motor. Más tarde, el propio equipo confirmó la investigación del caso. Los problemas podrían deberse a una avería y a una rotura.

La avería podía deberse a un sobreesfuerzo en el colector del escape, o a una falla mecánica por debilidad. La rotura tiene que ver con los pianos del circuito. Durante su pelea con Sainz, es probable que Stroll pasase por encima de uno y golpease con mucha fuerza la panza de su coche.

Escape descolgado

Los mecánicos vieron el tuvo de escape descolgado cuando Lance llegó a boxes. A la hora de analizar los daños en la parte trasera, el equipo descubrió que la energía cinética del golpe había dañado el suelo y parte del sistema de recuperación de energía.

De haber continuado el Gran Premio para Lance Stroll, la sanción podía haber sido llegado a los puestos de parrilla. Sólo en caso de sustituir piezas importantes.