El presidente de la FIA, Mohammed ben Sulayem, ha renunciado a seguir dirigiendo la Fórmula 1 después de todo el conflicto con Liberty Media, la empresa que gestiona la competición. El mandatario estaba enfrentado con Liberty con declaraciones cruzadas desde hace algunas semanas.
En una carta que ha desvelado 'Daily Mail' y que iba dirigida a los jefes de equipo, Sulayem justifica así su decisión: "Mi objetivo era ser presidente no ejecutivo mediante la contratación de un equipo de gestores profesionales, que ya se ha completado en gran medida".
"Por lo tanto, de ahora en adelante, su contacto diario para todos los asuntos de la F1 será con Nikolas Tombazis (director técnico de monoplazas) y su equipo, mientras que yo me centraré en los asuntos estratégicos con mi equipo directivo", añade.
La FIA también ha salido a explicar la decisión de su presidente, asegurando que formaba parte de su hoja de ruta: "El nombramiento de un director general de la FIA para proporcionar un funcionamiento integrado y alineado, así como introducir un marco de gobernanza revisado bajo un equipo de liderazgo centrado en la transparencia, la democracia y el crecimiento".
"Estos objetivos, así como el anuncio de la nueva estructura del departamento de monoplazas, se han planificado desde el inicio de esta presidencia. El presidente de la FIA tiene un amplio mandato que abarca la amplitud del automovilismo mundial y la movilidad, y ahora que se ha completado la reorganización estructural en la F1, este es el siguiente paso natural", ha sentenciado un portavoz de la FIA.
La F1 y la FIA han chocado en los últimos días en relación a la supuesta oferta saudí para comprar la competición. Además, ambos organismos tampoco lograron ponerse de acuerdo con respecto a la apertura para que nuevos equipos estuvieran presentes en el paddock.