Ha vuelto a pasar. Ha vuelto a suceder. Ha vuelto a estar Fernando Alonso envuelto en una cuanto menos curiosa decisión de la FIA. O, mejor dicho, en unas cuantos menos curiosas decisiones de la FIA. Ha sido en Austria, en el Gran Premio de Austria. En la casa de Red Bull. Ha sido ahí donde el asturiano ha recibido una sanción de 10 segundos.
Una, tras bloquear neumáticos en la curva 3 y mandar fuera al Sauber de Guanyu Zhou. De tocar a un piloto chino que, tras el impacto, pudo seguir en la competición. Además del tiempo, dos puntos más de la superlicencia.
Pero, como se dijo, Zhou pudo seguir en pista tras un impacto que poca influencia tuvo en el devenir del Gran Premio. No puede decir lo mismo Lando Norris, que en su batalla con Max Verstappen acabó con un pinchazo y con numerosos daños en su McLaren.
Que acabó, tras tratar de ganar al neerlandés en pista, fuera de carrera. Sin poder cruzar la bandera a cuadros. Sin puntuar, mientras que su rival acabó sumando y ampliando en diez unidades la diferencia entre ambos en el Mundial.
Lo mismo, pero no por lo mismo
Y sí, Max recibió sanción. La recibió después de no haber tenido penalización alguna por un posible 'unsafe release' ante, cosas de la vida, Norris. Ante un Norris que tenía en el momento del impacto en pista con Verstappen un total de 5 segundos por límites de pista.
Dirección de carrera le metió 10 segundos a Verstappen, el mismo tiempo que a Fernando Alonso por su duelo con Zhou. La misma cantidad que al asturiano tras una batalla con Norris en la que Max cambió de dirección en no pocas ocasiones, en la que acabó cerrando a Lando en la curva 3 para terminar con un impacto doble que concluyó con el McLaren fuera de carrera.
Alonso, en una más que complicada carrera, terminó con la vuelta rápida tras un último giro excepcional con blandas y le quitó dicho honor, y también el punto en cuestión, a Max Verstappen.