Tras haberse enfundado por primera vez el mono rojo de Ferrari para rodar con el monoplaza de la 'Scuderia' en los test privados en Fiorano, Mick Schumacher ha concedido una entrevista a la web oficial de la F1.

En ella, el piloto de Haas, que debutará esta temporada en el 'Gran Circo', ha repasado algunos momentos de su trayectoria incidiendo en dos aspectos: qué hubiera hecho su no hubiese sido piloto y cuál es el trofeo más preciado que tiene.

El hijo del 'Káiser' sorprendió afirmando que se hubiera puesto uniforme y placa para ser policía: "Nunca lo había pensado realmente, pero tal vez trabajando con la policía de tráfico o algo así. Creo que sería interesante, ¡y todavía estaría muy cerca de la velocidad patrullando las carreteras!".

Paralelamente, Mick desveló cuál fue el regalo más especial que le hizo su padre cuando él era pequeño: "Una pequeña copa que me dio mi padre que ganó en una carrera de karts de alquiler. Lo he guardado desde que tenía seis años y siempre ha estado en el lugar perfecto de mi habitación. Es el trofeo más importante que tengo y ni siquiera lo gané yo".

Por último, y como no podría ser de otra forma, el pequeño de los Schumacher no dudó al señalar quién es su ídolo: "¡Mi padre! Siempre miro lo que logró e intento aprender de ello. Ha sido el punto de referencia por mucho tiempo y para mi aún lo es, así que siempre me refiero a él. En el lado deportivo y en el humano siempre he admirado cómo logró su consistencia durante los años y cómo mantuvo los pies en el suelo. Es algo que he apreciado mucho, pero también algo de lo que he aprendido y mantendré durante toda mi carrera".