Ya dijo Fernando Alonso antes de la carrera que estaba con ganas. Que estaba contento. Que el Alpine, en Portugal, tiraba. Que corría. Que lo de la clasificación del sábado fue un espejismo en un fin de semana de sonrisas y alegrías en el box galo. Y sí, de nuevo, qué razón tenía el bicampeón de Fórmula 1... porque vaya paso hacia adelante que ha dado el monoplaza azul.

El coche que, sin duda, sorprendió a todos desde los Libres 2 de Portimao y que por fin parece ser ese Renault que en 2020 logró tres podios en el Mundial con Daniel Ricciardo y con Esteban Ocon. El galo ya lo dejó caer en la 'qualy', con una sexta plaza de salida, pero el ritmo en carrera ha sido espectacular.

Ha sido, por momentos, incluso similar al de la cabeza de carrera con los mismos neumáticos. Sin Antonio Giovinazzi delante, que estaba frenando y no precisamente poco a Alonso, Fernando se marcó cronos similares a los de Hamilton, Bottas y Verstappen. Eso con la goma media. Con las blancas, las duras, empezó la fiesta.

Primero Gasly, y luego un McLaren

Una en la que el festival de adelantamientos tenía el nombre de Fernando Alonso. Salió a pista undécimo, con Daniel Ricciardo delante de él. Al primero que se quitó de encima fue a Pierre Gasly. Se nota que, con el paso de las carreras, unos evolucionan más el coche y otros menos, y el AlphaTauri no es lo que era en Baréin.

Pero el McLaren es una piedra más grande y pesada. El coche naranja, con Norris, acabó quinto tras los todopoderosos Mercedes y Red Bull. Con Ricciardo, vio cómo Fernando Alonso le pasaba como un avión.

Fue en la recta de meta. El asturiano se lo preparó, le mostró el coche y le superó dejando el color naranja cada vez más lejos de sus retrovisores para poner rumbo a Carlos Sainz. El madrileño, sin neumáticos, no fue rival para la velocidad de Alonso.

Ocon ya miraba preocupado

Es más, de haber durado una vuelta más la prueba de Portugal, Fernando habría tenido a tiro a Esteban Ocon... aunque habría estado por ver si Alpine les hubiese permitido pelear con el riesgo que eso supone. Al final, séptimo y octavo fueron.

Buenas, buenísimas son las noticias que dejan tanto Alpine como un Fernando Alons que cada vez está más cerca de estar al cien por cien en su vuelta a la Fórmula 1. La próxima parada será el GP de España, en la pista de Montmeló.

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