Red Bull se está enfadando. Se está enfadando, y mucho, con Mercedes. Tras tenerlas tiesas con Aston Martin al comienzo del Mundial, la victoria de Max Verstappen en Australia ha levantado ampollas. Primero, en George Russell; luego, en todo el equipo de las bebidas energéticas por las palabras del piloto inglés sobre su rendimiento.

Porque Russell, tras la prueba de Albert Park, calificó de "vergonzoso" lo que Red Bull está haciendo para evitar poner toda la carne en el asador.

"Cuanto más rápido sean más se intentará mantener todo eso bajo control. Sí, se están conteniendo. Verstappen y Red Bull no tienen motivos para empujar", afirmó Russell.

"Dicen que podrían haber ganado, pero..."

Lo curioso es que Mercedes, o más bien su jefe, dijo que de no ser por la bandera roja su piloto podría haber ganado la prueba. Sin la bandera roja y sin, claro está, el problema de motor que le dejó fuera de carrera.

Eso ha hecho explotar a Christian Horner. El jefe de Red Bull, ante tal falta de concordancia entre una cosa y otra, ha dicho que en Mercedes mienten.

"Dicen que podrían haber ganado... pero luego dicen que mentimos. Claro, está bien", relata en palabras que recogen en 'Motorsport.com'.

Alonso y el control de ritmo de Mercedes

Lo cierto es que, después de ver a un Verstappen que pasó de 15º a segundo en Arabia Saudí sin problema alguno, en Australia tan solo Max pudo subirse al podio ante los problemas de Sergio Pérez para ganar posiciones.

Horner, además, ha apuntado lo que ya en su día dijo Fernando Alonso sobre Mercedes y su reducción de ritmo: "Su equipo conoce bien esas cosas..."

De momento, Red Bull se ha mostrado prácticamente imparable en este comienzo de Mundial, aunque los problemas de Verstappen y de Pérez en Arabia Saudí y en Australia pusieron cierto picante al domingo.

Alonso, Hamilton... y Red Bull

Tan solo Fernando Alonso y Lewis Hamilton han podido seguir, de lejos, el ritmo de los austríacos, sumando tres podios el asturiano y uno el inglés de Mercedes.