Max Verstappen no se deja pasar. Aunque se lo pida su equipo para ayudar a su compañero. Así lo demostró en el Gran Premio de Brasil en el que Red Bull se lo pidió, pero se negó y se mantuvo por delante de Sergio Pérez.

Tras el Safety Car provocado por Lando Norris, Pérez se quedó en una mala situación, con unos neumáticos medios usados y le adelantaron ambos Ferrari y Fernando Alonso. A él también llegó Max Verstappen que también le superó. No obstante, entre Charles Leclerc y el mexicano sigue la disputa por el subcampeonato, algo que Red Bull les recordó a sus dos pilotos.

"El objetivo es Leclerc, si no llegas hay que devolverle la posición a 'Checo'", le comentó su ingeniero a Verstappen. Al mexicano le avisaron que el neerlandés se dejaría pasar si no llegaba. Pasaron las vueltas hasta llegar a la última, pero el bicampeón del mundo no superó ni a Leclerc ni a Alonso.

"Si llegas a la curva 12 y no has adelantado a Alonso, deja pasar a 'Checo'", avisaron de nuevo a Max. Hizo caso omiso y quedó por delante. Y su ingeniero le pidió explicaciones por no acatar las órdenes: "Os lo dije la última vez, no me pidáis estas cosas, ¿Vale? ¿Lo tenemos claro? Os di las razones por las que no lo iba a hacer y fui muy claro". Rotundo, aunque sin aclarar los motivos, Verstappen fue firme en la respuesta.

Pérez tuvo que conformarse con la séptima posición, justo por detrás del neerlandés y ver cómo Charles Leclerc le recorta puntos por el subcampeonato. La decisión de Verstappen fue tan inentendible que el propio jefe de equipo de Red Bull, Christian Horner, pidió disculpas al mexicano por radio y le dijo que lo hablarían todo después.

"Increíble. Esto demuestra quién es", le respondió 'Checo', tremendamente enfadado por el gesto de su compañero de equipo. Saltan chispas en Red Bull cuando se las prometían felices con un 1-2 en el campeonato. Ahora, Leclerc está más cerca que nunca y parece que Pérez tiene el enemigo en casa.