Carlos Sainz ha tenido un complicado viernes en el Gran Premio de Hungría. En los primeros entrenamientos libres sufrió un leve accidente del que necesitó la ayuda de los comisarios para volver a pista y por la tarde sólo pudo décimo en una sesión liderada por su compañero Charles Leclerc.

Respecto al accidente, el madrileño le restó importancia: "Encontré el límite haciendo 'aquaplaning', estaba complicado, pero hoy se trataba de ver cómo era la nueva asignación de neumáticos".

Un formato, que al igual que Lewis Hamilton y otros pilotos, no acaba de gustarle: "No podías hacer tantas vueltas como querías porque debías guardarte algunos compuestos, así que para los aficionados no fue tan divertido porque no apretábamos demasiado".

En los Libres 2, pese a la décima posición, las sensaciones fueron mejores para el '55': "He tenido tráfico en la tanda corta con coches más cargados de gasolina, mientras que las sensaciones han sido mejores en la tanda larga, aunque no hemos dado muchas vueltas".

Finalmente la sesión la lideró Charles Leclerc, pero muchos de los favoritos se escondieron y en las simulaciones la igualdad es máxima, algo que afirma Sainz: "Las diferencias van a ser muy pequeñas, por lo que creo que va a ser un fin de semana duro para todos, especialmente en un circuito complicado como este".

"Las expectativas son estar en las primeras líneas, ese es el objetivo. Están al mismo tiempo McLaren y Aston Martin peleando, así que debemos poner todo porque tenemos trabajo por delante", añadió.

Pese a que por resultados ha sido un día difícil, Carlos Sainz ha sido optimista ya que "hay margen de mejora para mañana".