El Gran Premio de Hungría no ha empezado con buen pie para Carlos Sainz. El madrileño ha protagonizado el segundo incidente del viernes después de que 'Checo' Pérez estrellase su Red Bull en los primeros minutos de la primera tanda de entrenamientos.

Tras dar los pilotos varias vueltas con la pista seca, la lluvia apareció en Hungaroring, convirtiendo los primeros libres en una auténtica prueba de supervivencia para los pilotos de la que Sainz no pudo salir indemne.

El español no tuvo grandes problemas para mantenerse en la pista durante la mayor parte de la sesión, hasta que en el tramo final, la lluvia cesó y la pista empezó a secarse. En ese momento, casi todos los pilotos salieron a pista para intentar marcar su mejor tiempo buscando el límite de la adherencia, y Sainz cometió un error.

El madrileño se encontraba en vuelta rápida cuando su SF-23 sobreviró a la salida de la curva 3 y trompeó. Sainz intentó frenar el monoplaza antes de impactar contra las protecciones, pero no consiguió evitar el choque.

Aunque Carlos se quedó atrapado en la hierba, los comisarios de pista empujaron el Ferrari, permitiéndole volver a boxes. Sin embargo, tanto el alerón delantero como el trasero sufrieron daños severos, por lo que la primera sesión de entrenamientos libres acabó de forma prematura para Sainz.