Disputados siete citas del calendario de Fórmula 1, Alpine apenas suma 40 puntos y está detrás de McLaren y Alfa Romeo en el Mundial de Constructores.

Tras lo visto en el GP de Australia, donde el A522 miró de tú a tú a Ferrari y a Red Bull (al final, un fallo en la caja de cambios condenó a Fernando Alonso), se esperaba mucho más de la escudería francesa en el arranque de temporada, pero no ha sido así.

Para revertir su situación y alcanzar el objetivo propuesto por Laurent Rossi, CEO de Alpine, el equipo ha ido introduciendo novedades en el monoplaza en las últimas carreras.

En Montmeló, la novedad fue el alerón posterior, mientras que el Mónaco tanto Alonso como Ocon montaron un nuevo suelo.

De cara a Bakú, tal y como señaló el director, Otmar Szafnauer, también iba a llegar un nuevo paquete de mejoras.

"Tenemos un par de mejoras aerodinámicas modificadas y específicas para el circuito de este fin de semana, antes de poner en marcha el siguiente paquete como parte de nuestro plan de desarrollo para 2022", señaló el rumano antes de aterrizar en Azerbaiyán.

Pues bien, este jueves se pudo apreciar en el paddock un A522 con importantes novedades aerodinámicas.

Inspirado en el concepto de Red Bull, Alpine ha recortado los pontones en la parte inferior y ha adelantando la entrada de refrigeración, con líneas mucho más rectas.

Esto, unido a la renovación de las branquias laterales, irá destinado a una mejor refrigeración del motor en un circuito tan exigente como el de Bakú, donde curvas lentas y rápidas se mezclan con la recta más larga de la temporada y el calor azerbaiyano. Veremos cómo le sale la jugada a Alpine.