Fernando Alonso continúa confiando plenamente en 'El Plan'. Los problemas con el motor del nuevo monoplaza de Alpine, el A522, no detienen al asturiano, que cree en la posibilidad de luchar por conseguir resultados importantes esta temporada.

Es cierto que el comienzo del Mundial de Fórmula 1 2022 no ha empezado totalmente según lo esperado para Alonso y Alpine, pero las adversidades no hacen más que motivar al piloto.

En la primera prueba del año, el Gran Premio de Bahrein, Alonso consiguió un noveno puesto que supo a poco a la escudería francesa, y en el Gran Premio de Arabia Saudí, un fallo en la bomba de agua del motor evitó que pudiera terminar la carrera.

El bicampeón del mundo se ve obligado a montar una tercera unidad de potencia para el Gran Premio de Australia de este fin de semana. El problema: es el último cambio permitido durante todo el campeonato del mundo si no quiere ser sancionado.

Alonso es consciente de la mejoría de Alpine con respecto a la pasada temporada: "Estamos muy contentos con el rendimiento de nuestro motor. Creemos que estamos jugando en la misma liga que los demás este año. Pudimos pelear en las rectas con los demás en Yeda y Baréin, esperemos y veamos si eso se confirma".

"Debemos seguir investigando los problemas que tuvimos en las dos primeras carreras y resolverlos durante el resto de la temporada", agregó el piloto asturiano.

Aunque reconoce, en una entrevista concedida al portal web especializado en motor 'Nextgen-Auto', que equipos como Ferrari o Red Bull están teniendo un rendimiento bastante más elevado, pero "los datos son esperanzadores".

En la escudería francesa confían en el tercer motor para estar a la atura en Melbourne. El Mundial solo acaba de dar su pistoletazo de salida y 'El Plan' sigue avanzando.

Laurent Rossi explica los problemas del A522

Laurent Rossi, CEO de Alpine, ha querido explicar los problemas sufridos en Yeda: "No fue el motor, sino la bomba de agua. Esto provocó un defecto de refrigeración y, posteriormente, una cascada de acontecimientos: el motor se enfriaba menos, el aceite se calentaba... creando más problemas".

"Fernando pudo seguir conduciendo y el motor funcionaba, pero obviamente no en condiciones ideales. Por eso preferimos detenerlo. La bomba de agua había fallado. Hemos identificado la causa del problema. Espero que lo hayamos corregido para Melbourne. Es un problema de juventud con los nuevos componentes, que están funcionando por primera vez y que aún no hemos tenido la oportunidad de validar, como es el caso de todos los equipos", añadió.

"La ventaja es que no es estructural ni intrínseca al coche. No hay que cuestionar el motor en sí, ni su diseño, ni las decisiones arquitectónicas tomadas, porque el motor hace lo que se espera de él", concluyó de forma optimista el CEO de Alpine.