Nuevo capítulo en la guerra de declaraciones que mantienen Jorge Lorenzo y Giacomo Agostini. El pentacampeón del mundo y el quince veces ganador de la misma categoría se enzarzaron en un intercambio de dardos después de que el italiano afirmase que el balear "falló" en Ducadi y Honda.

Tras la respuesta de Lorenzo, Agostini volvió a reiterarle que "la verdad duele", a lo que Lorenzo ha querido responder sin medias tintas: ha publicado una carta abierta al expiloto en su perfil de Instagram.

Carta íntegra de Jorge Lorenzo a Giacomo Agostini:

Espero algún día, no tener que lidiar con las nuevas generaciones quedándome fosilizado en los recuerdos de mis victorias, comparando el futuro con mi pasado y diciendo: 'Yo en mis tiempos...' Creo que lo que el señor Giacomo Agostini debería entender es que cada época del motociclismo tiene su historia, cada campeón tiene su importancia en el contexto en el que vivió, tanto en lo que respecta a sus rivales como a la tecnología.

Por ejemplo, si bien en los años 60 se corría en circuitos con nivel de seguridad muy bajo, muchas veces la diferencia entre la moto mas rápida y la mas lenta rondaba los 10 segundos. Algunos pilotos disfrutaban de tal ventaja que podían permitirse el lujo de correr (y ganar) en varias categorías el mismo año.

Aunque la tecnología ya avanzaba, todavía quedaba a años luz de la actual (hablamos de motocicletas de llantas de radios y frenos de tambor). En las ultimas décadas, tanto los circuitos como la tecnología han avanzado enormemente. Con la centralita única y el monógama se ha conseguido un gran equilibrio entre todas las motos. Las fabricas buscan cualquier pequeña ventaja que les haga vencer a sus rivales y muchas de las victorias se consiguen por escasas milésimas...

Cuando tras 45 minutos de carrera, un segundo separa al primero del quinto, significa que cualquier pequeño detalle es necesario para obtener algo de ventaja y poder ganar. En tal contexto, detalles como un vértice aerodinámico, un ajuste en el mapa electrónico o unos bordes en el deposito se convierten en determinantes para tal propósito.

Por el contrario, cuando la diferencia se mide en decenas de segundos, minutos o incluso vueltas, los pequeños detalles se vuelven insignificantes. Y si, también puedes quedarte satisfecho con una ergonomía imperfecta.

Y esto, querido Giacomo, sí que es una verdad irrefutable.

Por eso, cuando alguien (que conoce circunstancias y hechos), afirma que no obtuve resultados en Ducati, no puedo dejar de sorprenderme.

Con todo el debido respeto, creo que recurrir al "Yo en mis tiempos..." o al puro "resultadismo" para valorar la capacidad de un campeón de la época moderna, me parece una banalidad".