Marc Márquez acaba la carrera del GP de Las Américas con 0 puntos. Con un cero en la que es, por la trayectoria que allí tiene, su prueba. Su fin de semana. Su pista. Una que tiene marcada en el calendario. En la que disfrutó en clasificación y al sprint, y también en un podio el sábado que parecía que bien podría repetir el domingo. Pero no. Eso se le sigue resistiendo con Gresini.

Con la Ducati, con una moto con la que, eso sí, puede pelear. Puede batallar. Puede, cuando se den las condiciones adecuadas, llegar al podio y volver a ganar. Puede suceder. Puede pasar. Porque Marc sigue su camino.

Bien pudo suceder en Texas. Porque Márquez, que está bien curtido en estas lides, hizo hasta donde pudo la prueba que debía hacer. Buena salida. Guardando neumáticos y físico para el final. Todo correcto. Incluso intentó una buena jugada ante Jorge Martín que no le salió como esperaba. Pero lejos de desfallecer siguió con su plan.

Un plan que llevó a liderar la carrera durante un breve tiempo. Y es que cuando parecía que tocaba abrir brecha lo que pasó es que se fue directo al suelo. A la grava. En una zona, además, en la que no es habitual que sucediera algo así.

Pero Texas es así. Bacheada. Tremendamente bacheada. Y posiblemente eso terminó por pasar factura al piloto de Gresini.

A saber qué habría pasado en ese más que posible duelo que hubieran tenido Marc y Maverick, con un Viñales desatado con la Aprilia que terminó haciéndose con la victoria.

Le toca esperar a Márquez un poco más. La próxima cita de MotoGP será en Jerez, en un Gran Premio de España que se podrá ver en directo en laSexta.