Ryan Murphy ha lanzado una durísima acusación tras ganar las medallas de bronce y plata en 100 y 200 metros espalda. El nadador estadounidense, que obtuvo el oro en ambas disciplinas en Río 2016, cayó ante los rusos Rylov y Kolesnikov y no dudó en usar la palabra "dopaje" tras las finales.

"No quiero acusar a nadie... peor al final del día termino estando convencido de que hay dopaje en la natación", afirmó.

El norteamericano continuó: "Es un desgaste mental el pensar que nado en una carrera que quizá no sea limpia. Así es como es".

"Tengo unos 15 pensamientos, 13 de ellos me meterían en un problema. Los que más saben de la situación decidieron lo que decidieron, pero tengo que enfrentarme a los que están a mi lado", dice.

Murphy prosigue: "No tengo la capacidad para entrenarme para esto y de influir en gente que toma malas decisiones".

No es el único que ha lanzado acusaciones para Rusia y los deportistas de dicho país. El británico Luke Greenbanck, bronce en 200 espaldas, fue un paso más allá.

"Frustra ver cómo hay un programa de dopaje estatal y no se tomen medidas", cuenta.