El presidente y el secretario general del Llançà se han mostrado arrepentidos tras el escándalo de la 'stripper'. "Se fue de las manos, no pude controlarlo. Cuando me di cuenta la chica ya estaba dentro del vestuario", dijo el presidente del club.
El secretario general del equipo catalán también se mostró dolorido: "Quiero pedir disculpas. Me arrepiento porque el lugar no fue el más adecuado". Finalmente ambos han decidido dimitir tras este fatal episodio.
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