El Valencia perdió su primer partido de pretemporada en Eindhoven ante el PSV por 2-1, en un encuentro en el que ofreció una buena imagen, aunque demostró que aún le resta rodaje para alcanzar su mejor versión. Marcelino se tomó el partido como la primera gran prueba de esta pretemporada y alineó un once inicial que perfectamente podría ser el que iniciara LaLiga, a la espera de la llegada de un jugador de banda izquierda.

El técnico colocó en esa banda a Daniel Wass a pierna cambiada, pero el danés no rindió a un buen nivel en esa ubicación en la probatura. El Valencia ofreció una imagen muy seria, aunque evidenció estar a nivel físico un par de peldaños por debajo del conjunto holandés, que se tomo muy en serio el partido de presentación ante su afición.

Bien plantado tácticamente, apenas dejó resquicios en defensa al PSV y en ataque Rodrigo fue un quebradero de cabeza para la zaga local. Precisamente un gran desmarque del internacional español permitió a los valencianistas adelantarse en el marcador, después de que Rodrigo cediera a Carlos Soler, que con sangre fría recortó en el área y su disparo, tras tocar en un defensa acaba en gol.

El tanto despertó una mayor ambición en los pupilos de Van Bommel, que aprovecharon la velocidad de Malen y Bergwijn para comenzar a generar peligro. Sin embargo, el empate llego tras un saque de esquina que cabeceó el goleador De Jong. El PSV le dio la vuelta al marcador poco antes del descanso merced a un riguroso penalti de Murillo de Jong, que el uruguayo Gaston Pereiro transformó en el 2-1 con el que se llegó al descanso.

En la reanudación, el conjunto holandés subió sensiblemente sus prestaciones y fue el claro dominador del partido, ante un Valencia que se veía sobrepasado en la línea medular. Al cuarto de hora, Marcelino decidió comenzar el carrusel de cambios y el partido se rompió tácticamente y se convirtió en continúas idas y venida de ambos equipos, aunque el marcador ya no sufriría variación alguna.