El pasado domingo el bochorno volvió a ser el gran protagonista de un partido de fútbol. En concreto, del derbi de Dinamarca entre el Brondby y el Copenhague, que terminó con victoria visitante por 2-3.

A falta de pocos minutos para que finalizara el encuentro, el Brondby vencía por 2-1 pero gracias a un gran arreón final, el equipo de la capital consiguió darle la vuelta al luminoso.

Curiosamente eso no fue lo más llamativo del partido. La reacción de los ultra locales quedará grabada en la historia del fútbol danés e incluso, del europeo.

A unos aficionados no se les ocurrió mejor idea que lanzar una rata muerta al césped en una acción que, por muy sorprendente que parezca, no es la primera vez que ocurre.

La misma desfachatez, con los mismos protagonistas ocurrió hace seis años en 2017 en el mismo partido en el que, en aquella ocasión, la rata fue directamente a parar al jugador del Copenhague, Nicolai Boilesen.

El Brondby por entonces sancionó a los culpables con la expulsión del estadio durante un año y una multa de 5.000 coronas (unos 670 euros).

El club local ha querido explicar lo ocurrido en el diario 'Ekstra Bladet': "Se trata de una estupidez incomprensible y algo de lo que nos distanciamos fuertemente. A esta persona naturalmente le espera una considerable cuarentena y una multa".

El grupo ultra del Brondby es uno de los más problemáticos del fútbol europeo y acciones como esta no solo lo demuestran si no que también emponzoñan la imagen del deporte rey.