"En general, el partido fue muy bueno hasta el minuto 70. Interpretamos muy bien cómo arrancar el partido, cómo presionar y hacerles daño. En la parte ofensiva hubo una movilidad para buscar espacios que había pocos, porque estaban encerrados. Hasta el minuto 70 todo fue muy bueno, después nos quedamos sin energía, ellos mejoraron, crecieron y nos complicaron al final", declaró.

"La entrada de Falcao les dio más jerarquía al equipo y la libertad en consecuencia de que ya perdía 2-0 le permitió jugar sin ataduras y aparecer la mejor versión del Mónaco en el final del partido", expuso en la rueda de prensa en el Wanda Metropolitano. El Atlético ya está en octavos de final de la Liga de Campeones por quinta vez en las seis últimas participaciones.

"Necesitábamos este paso. Desde que empezó la Champions, el equipo entró con una claridad de ideas en consecuencia de lo que nos había pasado", dijo el técnico, en referencia a la eliminación de la pasada campaña.

"Veo que la temporada pasada en aquellos partidos con el Qarabag no pudimos encontrar el camino del gol y cuando uno no lo encuentra en esta competición es complicado. Los goles son determinantes para acomodar y ordenar un poco los encuentros. Hasta hoy venimos haciendo una Champions muy buena y volvemos a estar en octavos de final. Es una alegría grande", añadió Simeone, que apuntó que sigue pendiente la pelea por la primera posición del grupo.

También destacó el apoyo de la afición: "Lo de la gente nuevamente fue maravilloso, porque pasajes del partido del segundo tiempo donde aparecía un poco la frialdad en el campo de juego la gente estuvo muy bien. Obviamente los necesitamos, son importantes; y, cuando ellos están, se siente".

La final de la Liga de Campeones de esta temporada es en su estadio, el Wanda Metropolitano. ¿Cuánto piensa el equipo en ella? "Poco, porque queda muy lejos. Este año toca la final aquí, pero de nada nos sirve analizar, pensar, ilusionar o imaginar, porque la realidad es lo que cuenta y la realidad será lo que nos merezcamos".