El fútbol nos ha regalado una de las historias más bonitas del fin de semana. El pasado sábado 26 de marzo, el Real Oviedo estaba celebrando su 96º aniversario y la cómoda victoria por tres goles a cero frente al Fuenlabrada, pero casi se tuerce todo al final del encuentro.
Un fiel seguidor del conjunto oviedista de 71 años de edad, Luis Gregorio del Fueyo, sufrió un paro cardíaco a la salida del estadio Carlos Tartiere, pero rápidamente fue atendido por Mabel Soto, cardióloga y aficionada del Real Sporting de Gijón.
Cinco minutos antes del final partido salía Luis, que reside en León, para evitar los habituales atascos que se producen por la acumulación de tráfico tras salir todo el público de las gradas. También cinco minutos antes del pitido final encaraba la puerta de salida Mabel, que tenía cena con una amiga.
Una bonita y afortunada casualidad que ha salvado la vida a Luis. Y es que Mabel, encargada de la unidad coronaria del HUCA, se percató de que algo grave estaba ocurriendo allí: "Vimos que había una persona tumbada en las escaleras y al momento identificamos que era un problema serio, así que fuimos corriendo hacia allí".
Ella se encargó de realizar las maniobras de reanimación junto a un agente de policía local de Oviedo, hasta que llegó la ambulancia y fue trasladado inmediatamente a la UVI cardíaca del Hospital Universitario Central de Asturias, en estado grave e inconsciente.
Los primeros informes no contenían resultados positivos, pero finalmente Luis recuperó la consciencia. "Los doctores nos han dicho que ha vuelto a nacer. Para nosotros es como un milagro. Mabel es su ángel de la guarda", indicó la hija del seguidor azul, Sara del Fueyo, en declaraciones recogidas por 'La Nueva España'.
Está previsto que en las próximas horas abandone la UVI y pase a la unidad coronaria, dirigida precisamente por la doctora Soto. Si todo avanza según lo esperado, pronto será trasladado a planta, ya que en estos momentos las sensaciones de los médicos son muy positivas con respecto a su estado.
No obstante, la hija de Luis ha aprovechado la situación para pedir unas mejoras en los accesos al estadio, ya que está prohibido estacionar los vehículos en el aparcamiento del campo. Su padre se desplaza cada dos semanas al Tartiere, hora y cuarto de viaje desde León y teniendo que salir con mucha antelación para terminar aparcando lejos del propio estadio.
"Los accesos son una vergüenza. Mi padre lo denunció varias veces, la última en la junta de accionistas del Oviedo en 2019. Pero nadie le hizo caso", sentenció. Desde el Ayuntamiento y el club ya se han puesto en contacto con el aficionado oviedista para conocer su estado actual y prometen buscar soluciones.