El deporte nos permite vivir emociones indescriptibles, volver a un lugar donde nuestros recuerdos habitan y nuestras mejores emociones.

En el Valencia, un aficionado ha querido que su abuelo reviva esos momentos, que los recuerde de la manera más especial, volviendo a Mestalla 50 años después de acudir a su último partido.

Lo hace después de superar un cáncer de laringe. Su nieto le mandó un mensaje al Valencia y le contestaron. Allí, conoció a Juan Sol y vio a su bisnieto, momento en el que se derrumbó.

La emoción se hizo con él: "Las palabras son pocas. Solo ganas de llorar". Una sorpresa que jamás olvidará.