Este jueves arranca el juicio que puede cambiar el futuro de Jerome Boateng, jugador que milita actualmente en el Olympique de Lyon. Fue acusado por su exmujer, Sherin Senler, con la que tuvo a dos de sus hijas, por violencia doméstica.
Los hechos se produjeron hace tres años, cuando fue puesta la denuncia inculpado por haber agredido a su ex pareja durante una violenta discusión mientras estaban de vacaciones en 2018.
El internacional alemán deberá comparecer y testificar ante el tribunal de Múnich, después de que se pospusiera la vista ya una vez, dado que uno de los testigos dio positivo en COVID-19 en los días cercanos a la fecha.
De verse declarado culpable, la pena puede llegar a ser de cinco años de cárcel. Se especulaba que Boateng pudiera acceder a pagar una multa elevada en forma de compensación a Sherin, aunque no le evitaría pasar por el banquillo.
Este proceso judicial tiene un trasfondo relacionado con la separación de ambos adultos y la custodia de las gemelas, después de una relación intensa en la que varias infidelidades acabaran forzando la separación.
Jerome se ha visto envuelto en otros casos turbulentos, como fue el fallecimiento de otra ex, que fue encontrada sin vida una semana después de que la pareja anunciara su ruptura, otra vez por chantajes y episodios de infidelidad.
La investigación concluyó que la modelo se suicidó, pero se descubrieron varios acuerdos de confidencialidad firmados meses antes con los que se comprometían a guardar silencio sobre "toda la información de la que tuviera conocimiento en el marco de su relación personal".