La afición del Atlético de Madrid vibró en el Wanda Metropolitano con la Supercopa de Europa, con la convicción de que "lo mejor está por venir" de Diego Godín y con el mensaje de Diego Simeone ante los halagos: "El único camino que sabemos es el trabajo, la humildad y el compromiso".

"Este momento que estamos disfrutando que por la distancia no pudimos después del partido con el Real Madrid, donde nosotros salimos campeones", enfatizó el técnico, interrumpido inmediatamente por el 'Ole, ole, ole, Cholo Simeone' desde la grada. "Pero ustedes vieron la manera de ganar, trabajar y jugar de los jugadores", dijo.

"Todo esto que llevamos haciendo casi siete años sin el esfuerzo de ellos, sin la rebeldía de ellos, sin el querer de ellos, jamás hubiese existido. Empieza una temporada larga. No nos dejemos llevar por lo que dicen los demás, por los halagos de los oídos, porque el único camino que sabemos en el Atlético de Madrid es el trabajo, la humildad y el compromiso", recalcó el técnico argentino.

"Estamos viviendo un momento muy bonito. No es fácil ganar un título. No es fácil ganar, compartir esto con todos ustedes es lo más lindo que nos puede pasar a nosotros. Este trofeo se lo dedicamos a ustedes, a la gente. Para nosotros el trofeo más bonito que tenemos es el agradecimiento, el cariño y que ustedes se sientan orgullosos de nosotros. Eso para nosotros es lo más importante", expuso, por su parte, Diego Godín, capitán del Atlético.

Optimismo para esta temporada: "Lo mejor está por venir"

Y miró ya al futuro: "Empieza un año más, pero nunca es un año más. Siempre nosotros pensamos y decimos que lo mejor está por venir. Eso queremos transmitirlo partido a partido, vivirlo. Hay que soñar, tienen que exigirnos y tienen que apoyarnos porque es una temporada larga, con momentos difíciles, momentos de alegrías, y este ha sido el éxito en este camino, el poder levantarse en las dificultades y el estar todos juntos. Seguro que será un año grande. Tenemos una ilusión muy grande".

Los discursos cerraron la fiesta de Jan Oblak, Antonio Adán, Álex dos Santos, José María Giménez, Stefan Savic, Filipe Luis -en un aplauso recíproco entre él y el público, cuando su continuidad está en el aire por la oferta del París Saint Germain-, Santiago Arias, Lucas Hernández, Roberto Olabe, Saúl Ñíguez, Rodrigo Hernández, Thomas Partey, Víctor Machín, 'Vitolo', Gelson Martins, Thomas Lemar, Ángel Correa, Nikola Kalinic, Diego Costa y los capitanes Juanfran Torres, Antoine Griezmann, Koke Resurrección y Godín.

Algunos con un camino lento, otros, como Griezmann, desatado, bailando, con el famoso gesto del vídeo juego 'Fortnite' con el que ahora suele festejar los goles, uno a uno, por ese orden, cada uno con los compases de su canción preferida, desfilaron hacia el centro del campo del estadio Wanda Metropolitano entre el juego de luces.

Gran ovación a los jugadores

Sus nombres relucían a la vez en el vídeo marcador circular del estadio, con la ovación de una afición que ya no era tanta como durante el partido previo contra el Rayo Vallecano, en el que el Atlético ganó por 1-0, con las gradas visiblemente con más huecos que a lo largo del encuentro. De los 50.000 espectadores de los 90 minutos de competición a los 35.000 para la fiesta de la Supercopa.

Después de los futbolistas, sin interrupción, fue el turno del cuerpo técnico, a Germán 'Mono' Burgos, Nelson Vivas, Óscar Ortega, Pablo Vercellone... Y Diego Simeone, aclamado por cada uno de los aficionados presentes en el Wanda Metropolitano; Diego Godín y el trofeo de la Supercopa de Europa de manos del capitán uruguayo.

"Campeones, campeones, campeones, oe, oe, oe". Fue el recibimiento a la copa, el séptimo título de la era Simeone -cuarto a nivel continental- y el séptimo trofeo europeo de la historia del Atlético, celebrado al ritmo 'a capela' de la afición del himno del club y después paseado a lo largo del campo por toda la plantilla.