Borja Navarro ha demostrado ser un auténtico ejemplo. El jugador del Caudal Deportivo, equipo perteneciente al grupo 2 de la Tercera RFEF, se retira del fútbol a los 31 años de edad para hacer un trasplante a su madre, que padece leucemia, y tratar de ayudar a que mejore en su proceso de recuperación.

El delantero asturiano cuelga las botas después de pasar por varios clubes como el Guijuelo, Albacete o Compostela. Además, vivió una aventura en la liga tailandesa, en las filas del Pattaya United y el Chiangmai FC.

Navarro, en una entrevista concedida al diario 'Marca' ha confesado cómo reaccionó al volver del trabajo a casa y que su mujer le contara la triste noticia: "Empecé a llorar y me quedé en completo shock. Aquella escena no se me va olvidar nunca".

"Me dijo que a mi madre le habían diagnosticado leucemia. En un primer momento intenté estar sereno porque es verdad que tú sabes lo que es una leucemia, pero no conoces muy bien lo que hay detrás. Hablé con mis padres y, aunque no lo estaba, intenté transmitirles que estaba sereno para no preocuparles", añadió.

Además, recuerda que todo fue demasiado rápido, apenas tuvo tiempo para asimilar todo lo que estaba sucediendo: "Ese mismo día la llevaron al hospital y al día siguiente comenzó con la quimio. El inicio de ese proceso fue durísimo".

La decisión de dejar el fútbol no ha sido nada fácil para él, aunque tenía otros motivos: "Es verdad que la decisión, que fue complicadísima después de tantos años, no la achaco sólo al caso de mi madre Paqui. Pero también es cierto que si no hubiera pasado esto no me habría retirado aún".

"Este año no me estaba sintiendo físicamente como quería, probablemente por este tema. El fútbol te debe ayudar a desconectar y estar bien y para mí suponía una carga más. No estaba yo para aguantar más cargas", señaló a 'Marca'.

El asturiano ha querido agradecer, a través de un comunicado oficial en sus redes sociales, todas las muestras de apoyo y cariño que ha recibido desde que saliera a la luz la noticia.

No obstante, asegura que su vuelta al mundo del fútbol es inviable: "No quiero volver. Me gusta, pero soy jugador, no entrenador. He disfrutado mucho durante estos 25 años, 13 de ellos como profesional. Ahora pensándolo en frío he logrado cosas por las que sentirme orgulloso. El pasado fin de semana me hicieron un homenaje dos de mis exclubes, Caudal y Sporting, y fue algo inimaginable".

"Que dos equipos de esa categoría respeten así tu trayectoria quiere decir que algo hiciste bien, pero ahora soy profesor y me debo a mis clases y a los niños", destacó. Ahora, el objetivo de todos los familiares es claro: "Estamos centrados en regatear y marcar a esa maldita enfermedad".

Su hermano, el ciclista Dani Navarro, ya donó la médula a su madre: "Lo primero que se hace en estos casos, cuando ya se sabe que necesita un trasplante tras varios ciclos de quimio, es buscar un donante lo más compatible posible. A mí madre le apareció uno en Italia, pero al final no pudo completarlo por unos problemas que surgieron. Y por eso me ofrecí yo, que soy el hermano pequeño y el que está más cerca. Siempre se busca el recurso óptimo y, si no se puede, los hijos".

El actual corredor de Burgos BH, reconoce que la operación fue sencilla: "Fui al hospital, me hice unas pruebas y ese mismo día me pusieron una vía en cada brazo como si fuera un circuito cerrado. Por una vía me sacaban la sangre, me extraían las células madre y por la otra me devolvían el resto de sangre, y esas células se las trasplantarían luego a mi madre a las horas, que es lo que sería el trasplante de médula".

"Entré y salí caminando. Es como sacarte sangre, aunque es verdad que al tener dos vías no puedes moverte durante las tres horas aproximadamente que tienes que estar allí. Eso sí, lo hice tumbado en la cama y viendo una serie", indicó.

Al igual que su hermano Dani, solo quieren lo mejor para su madre: "Nada me gustaría más que eso. Sólo pensamos en que esté lo mejor posible. Mis padres son los que lo están pasando mal porque yo al final, aunque he dejado el fútbol, sigo teniendo mi vida dando clases en un colegio además de cuidar de mi mujer e hijos. Esto te demuestra que la vida te da cosas así, de un día para otro te cambia por completo y tienes que adaptarte y valorar las cosas de otra manera".