La Donosti Cup le mete un gol a la desigualdad. Es algo más que un torneo: promueve la integración social de las mujeres a través de la práctica deportiva. La Fundación facilita a equipos sin recursos participar en un torneo internacional.
Este año, invitarán al torneo a un equipo de chicas de la selva boliviana. Íñigo Olaizola, presidente de la Fundación Donosti Cup, explica que el trasfondo de este equipo es "combatir la discriminación y luchar contra la violencia machista".
Proyectos que luchan en favor de la igualdad en circunstancias muy difíciles. Ya son 30 años invitando a equipos con proyectos que pretenden hacer más llevadera la vida de miles de niñas y que reivindican sus derechos.
Pese a la difícil situación que atraviesan por la pandemia,este año tendrán ayuda extra gracias a su enorme labor social, habiendo logrado el premio SuperA social de Iberdrola. Es el reconocimiento a quien usa el fútbol como herramienta de transformación social.