Día de fiesta en el Santiago Bernabéu. Otro día de fiesta más bien en el Santiago Bernabéu. El Real Madrid vive instalado en los elíseos desde hace ya muchos meses y el Granada ha sido un invitado de lujo que ha contribuído a que la felicidad se siga ampliando más y más. El equipo de Zidane ha derrotado a los andaluces sin problema alguno por 5-0 en un encuentro que estaba visto para sentencia en 20 minutos.

Se presagiaba sonrisas en un día grande. En un día en el que Cristiano ofreció en 'casa' su cuarto Balón de Oro acompañado de invitados de lujo y de excepción. Owen, Figo, Ronaldo y Kopa, con Zidane, arroparon al luso, y Zizou desde el banco volvió a dirigir una orquesta que está cada vez más afinada. No dieron opción alguna a un Granada que no disparó ni una sola vez a portería. Con Keylor Navas disfrutando aún de las Navidades, el ataque del Real Madrid estaba on fire.

En doce minutos Isco hizo el primero. Y en 20 Benzema, en un claro fuera de juego, el segundo. Andaba por ahí Cristiano, que fue el autor del tercero tras una jugada de maestro de Marcelo en su décimo aniversario de blanco. Antes del descanso llegaría el cuarto y el segundo de la cuenta de Isco. Treinta miuntos y ya estaba el partido resuelto y ganado. Ya estaban los tres puntos en la buchaca y todo era cuestión de ver cuántos goles caían.

El dominio del Real Madrid era total y absoluto. El estilo, cada vez más dominado. Una presión alta, una circulación rápida y la búsqueda constante y continua de la portería rival. Sin más pases que los estrictamente necesarios. Y dando opciones a todos. James empezó en el banquillo, pero luego salió y casi anota un golazo de falta. Al igual que Asensio. Hasta Coentrao tuvo sus minutos.

Y es que todo salía bien. Casemiro hizo el quinto con un remate en jugada a balón parado, que mostró la ineficacia e inoperancia del Granada al dejar absolutamente solo al mediocentro. Y es que no hubo rival, ni ningún otro equipo en el Bernabéu que el Real Madrid. Los minutos iban pasando, el final se iba acercando y los tres puntos subieron total justicia al casillero de un equipo que tiene un buen colchón a pesar de contar con un partido menos en su haber.

Ahora la pelota está en el tejado del resto. El equipo de Zidane ha hecho sus deberes y sigue sumando encuentros sin perder a su record. El Santiago Bernabéu continúa en un estado de felicidad perpetua mientras los suyos se encaminan paso a paso a un título que no levantan desde 2012.