El Atlético tiene un problema. Un problema que quizá va más allá del gol o de la falta del mismo. Uno que a lo mejor no se soluciona fichando a un '9', o que no solo se soluciona fichando a un '9', sino más bien viendo el motivo y la razón del escaso fútbol que generan los de Simeone.

Porque, ante el Eibar, ni el mejor rematador del mundo podría haber hecho gran cosa. En Ipurua, en uno de esos encuentros que es mejor olvidar cuantos antes, los rojiblancos no hicieron mérito alguno ya no solo para ganar sino tan siquiera para no perder.

No fue porque no hubiera delantero, sino porque lo que no hubo ni había, y muchas veces sigue sin haber y así continuará por más '9' que haya, fue fútbol. Fue una salida limpia de balón. Fue algo de imaginación. Fue creación y magia para romper la línea de presión armera.

Balón que jugaban los centrales, balón que terminaba rifado sin pasar por el mediocampo. Morata no es precisamente un tanque, y ni tan siquiera había segunda jugada. Thomas, escaso. Héctor Herrera, más aún. Correa, desubicado. Y Vitolo, con el reloj una hora atrasado sin enterarse de qué iba la fiesta.

Mención aparte para Joao Félix. Sí, apunta maneras. Tiene talento, se nota. La toca bien, sin duda, pero la toca poco. La toca lo justo. Le falta atrevimiento y liderazgo. Y también disfrutar. Está triste, se nota. Y lo notan sus compañeros y el fútbol.

Es un mago en un equipo sin magia que además a veces se olvida la varita en casa. Lo peor, que ni tan siquiera hubo en Ipurua esa férrea defensa y esa solidez que caracteriza a los equipos de Simeone.

El peligro del Eibar, los balones aéreos y los centros laterales. El 1-0, de saque de esquina. Y con una peinada además dentro del área. Pasividad total en cada miembro de la zaga para que el cuero le cayera a Burgos y acabara dentro de las redes de Oblak.

Al no empatar, y de nuevo buscar tarde lo que hay que buscar desde el minuto 1 que es la portería rival, el Eibar anotó el segundo en un, sorpresa, saque de esquina mal despejado por el Atlético.

A saber si esto lo arregla un '9' o quizá lo que se necesite sea otro tipo de cambio. De mentalidad, de estilo, de adaptación a unos jugadores que no son los de hace cinco años... Sea lo que sea, el Atlético necesita algo si no quiere complicarse estar en Champions League la próxima temporada.