El FC Barcelona ha cumplido con su amenaza a Ousmane Dembélé, que no viaja a Bilbao con toda la expedición y se cae de la convocatoria para el partido de octavos de final de Copa del Rey ante el Athletic Club.

El club ha emitido en sus redes sociales un comunicado del director deportivo Mateu Alemany, donde confirma que "Dembélé debe salir de forma inmediata", ya que "es obvio que no quiere seguir y no está comprometido con el futuro proyecto".

Además, reconoce que las negociaciones empezaron "en el pasado mes de junio aproximadamente" pero todas las ofertas "fueron rechazadas por su agente". "Esperamos que se produzca una transferencia antes del 31 de enero", añade.

Alemany confirma que la decisión la ha determinado el entrenador, Xavi Hernández, y que los dirigentes creen que es "coherente".

En la rueda de prensa previa al encuentro, el propio Xavi hizo de portavoz del club diciendo públicamente que Dembélé tenía dos opciones: renovar o salir en este mismo mercado invernal.

Esta decisión de dejar al jugador en Barcelona parece un acto de presión hacia el futbolista y su agente Moussa Sissoko, ya que si deciden continuar en el Barça y esta es la tónica habitual, estará en la grada sin disputar ni un solo minuto y totalmente apartado de sus compañeros.

Dembélé era una pieza muy importante para el sistema que propone Xavi sobre el terreno de juego con dos extremos bien abiertos. El propio técnico catalán dijo en su momento que podía ser "el mejor del mundo en su posición", pero en esta ocasión, como ha reconocido Alemany, se ha optado por defender los intereses del club por encima de lo meramente deportivo ante la falta de compromiso del jugador.