La victoria del Bayern de Múnich en la tarde de este martes a domicilio ante el Dinamo de Kiev no ha hecho más que confirmar que el cuadro germano pasará como primero de grupo a los octavos de final de la Champions League.

A partir de ahí, era turno del Barça. Los azulgranas estaban obligados a ganar al Benfica en el Camp Nou, pero la fuerte lluvia que asola la Ciudad Condal ha terminado por mojar la poca pólvora de los de Xavi Hernández.

El empate sin goles frente al cuadro lisboeta obliga a ir al conjunto culé al Allianz Arena con la única opción de ganar al Bayern para asegurarse su pase a la siguiente ronda de la máxima competición de clubes a nivel continental.

En el caso de que no consiga ganar a los teutones, deberá esperar a que los de Jorge Jesús no hagan lo propio frente a un Dinamo de Kiev que no se juega absolutamente nada en la última jornada de la fase de grupos.

En el caso de que el Barça empate y el Benfica también acabe en tablas ante los ucranianos, los blaugranas estarán en el bombo de octavos dado que, actualmente, les distan dos puntos en el grupo E.

Los de Xavi se encuentran en la lona y con la campana agotando sus últimas opciones en Champions, pero nunca hay que dar por muertos a los azulgranas. Mientras las matemáticas acompañen, la ilusión culé no bajará. El 8 de diciembre, fecha clave para el cuadro catalán.