Hace un año Egan Bernal se encontraba entrenando cuando impactó a 60 kilómetros por hora contra un camión que había pegado un frenazo para dejar pasar a un peatón.

El accidente se saldó con un politraumatismo que incluía un trauma cervical y torácico, uno cerrado de tórax, un trauma músculo esquelético y un trauma en miembros inferiores que hizo peligrar su carrera deportiva e incluso su vida.

El colombiano contó en una entrevista con 'Eurosport' cómo vivió los primeros momentos tras el accidente: "En vez de pensar en qué pasó, pensé 'estoy vivo'. Si sentía dolor era porque estaba vivo. Me dolía hasta cuando respiraba, pero por lo menos lo sentía".

Y con un accidente de tal magnitud, el ciclismo era lo último en lo que pensaba: Cuando me desperté de la cirugía, volver a montar en bici era lo último que estaba pensando. Después de que me contaran que por poco muero, que estaba la posibilidad de quedarme en silla de ruedas, fue lo último que pensé".

"Ha sido un año realmente complicado con mucho trabajo. Aprender a caminar fue muy complicado, incluso comer o lavarme la boca. Fueron las primeras cosas que tenía que aprender y pasaron un par de meses. Si para eso pasó tanto tiempo, imagínate para estar al nivel de competir", contó sobre su rehabilitación.