La pesadilla de los Golden State Warriors en este arranque de temporada ha vivido su cúlmen con la lesión de su máxima estrella, de su referente en la pista y fuera de ella.
Stephen Curry se fue al suelo en el tercer cuarto, doliéndose de la mano izquierda ante la atención de sus compañeros. Se marchó al vestuario y ya no volvió a salir en la derrota de su equipo contra los Phoenix Suns de Ricky Rubio (110-121).
Tras el partido, se confirmó la peor de las noticias. Su mano izquierda había sufrido una fractura, algo que le tendrá fuera de las pistas un tiempo indeterminado. El base deberá decidir si pasa por el quirófano.
Lo cierto es que en los últimos seis partidos que han jugado los Warriors, tres de sus estrellas han sufrido lesiones gravísimas de larga duración. El primero fue Kevin Durant, ahora en los Brooklyn Nets, que sufrió una lesión en el tendón de Aquiles de la que todavía se recupera. Después fue Klay Thompson el que sufrió una lesión en el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda.
Curry ha sido el último en sumarse a esta desgraciada lista, que puede afectar gravemente a las opciones de los Warriors de meterse en Playoffs a final de temporada.