El Real Madrid sufrió más de lo que afirma el marcador final de 88-81 ante el Zalgiris y el gran trabajo del capitán Felipe Reyes facilitó el esprint de los últimos cinco minutos del equipo, en el que la defensa fue clave, para conseguir una victoria fundamental para seguir aspirando al cuarto puesto.
El control fue primordial en los primeros lances del partido y tanto Pablo Laso como Sarunas Jasikevicius pusieron especial atención en las defensas de los hombres clave a su criterio. Así Valinskas se ocupó de Facu Campazzo, mientras que Jeffery Taylor hacía lo propio con Kevin Pangos.
Ni Pangos ni Campazzo anotaron punto alguno en los dos primeros cuartos. Tanta precaución ocasionó que el ritmo del partido fuera bajo.
En el Madrid, además Edy Tavares y Anthony Randolph no estuvieron acertados con lo que los lituanos tomaron la primera ventaja, 4-8 (m.4.30).
La entrada de Luka Doncic reactivó al equipo y con un parcial de 8-0 en poco más de tres minutos (12-8 (m.7.15) sentó las bases para cerrar el primer parcial con 19-16.
El segundo acto tuvo dos claros protagonistas, Felipe Reyes en el Real Madrid, autor de 8 puntos en apenas 5 minutos con dos canastas y adicional y, sobre todo, Arturas Milaknis, autor de tres triples sin fallo.
El Zalgiris estuvo perfecto desde la línea de 6,75 metros y tras los primeros veinte minutos anotó los 6 triples que lanzó. Todo lo contrario que el Madrid que tuvo que lanzar 13 veces para anotar 3.
Pero lo que determinó esta estadística de los bálticos fue la escasa efectividad de la defensa del Real Madrid, llegando tarde fuese cual fuese la acción del juego.
Así los tiradores del Zalgiris pudieron encontrar el camino hacia el aro con cierta facilidad, ante el monumental cabreo de Laso.
El Madrid llegó a ir ganando por 32-24 (min.14), pero acabó marchándose a los vestuarios con una derrota parcial por 41-44, es decir, un 9-20 en seis minutos realmente devastadores para el equipo, con mala defensa, poco movimiento del balón y escasa fluidez en ataque.
Cuando las cosas se tuercen volver a la buena senda no es tan fácil y es lo que le ocurrió al Real Madrid, 41-48 en el primer minuto y medio de la reanudación.
A estas alturas lo mejor fue que el Madrid todavía estaba enganchado en el marcador y que el equipo comenzó a dar algunas muestras de reacción.
Eso si con cuentagotas. Campazzo anotó un triple y las manos comenzaron a llegar a los tiros de los lituanos con lo que se restauró la igualdad, 48-48 (m.24).
Dos triples seguidos de Fabien Causeur devolvieron la tensión al Real Madrid, que llevaba algunos minutos trabajando duro atrás pero sin que los beneficios se notaran demasiado ni en el marcador ni en su ataque, 57-54 (m.26.30).
Con el francés tomando definitivamente las riendas anotadoras del Real Madrid, 61-56, el Madrid volvió a sacar la cabeza en el partido, para acabar el tercer periodo con un más nivelado 65-62.
El capitán Felipe Reyes volvió a ser el protagonista de los primeros minutos del cuarto de la verdad y seis puntos suyos volvieron a dar aire al equipo, 73-67 (m.32.30).
Pero el Zalgiris lejos de arrojar la toalla volvió a demostrar que no se puede dejar medio metro a sus jugadores, 73-72.
El partido se puso más que interesante, 77-74 (m.35) y 79-76 (min.37), pero el rigor defensivo del Madrid no tuvo, en el momento de la verdad, altibajos y controló el juego lituano, que no supo salir del atolladero.
El Madrid sufrió pero ganó, 88-81, y sigue optando al cuarto puesto y al factor campo