La última imagen de James Harden con Houston Rockets fue realmente preocupante. Pasado de peso y anunciando su adiós en sala de prensa. Horas después se conocía su nuevo destino en la NBA. Y no es cualquiera.

Harden jugará en los Brooklyn Nets. O lo que es lo mismo, jugará con Kevin Durant y Kyrie Irving. Un superequipo capaz de todo.

Los Nets se han convertido en candidatos al título y ya amenazan a Los Angeles Lakers de LeBron James, actuales campeones.

La final entre Lakers y Nets ya es la más esperada por los fans del baloncesto. Porque el máximo anotador de los últimos tres años vestirá de negro a partir de este miércoles.

El toque de Cousins

La situación de Harden en los Rockets era insostenible. Algunos de sus ya excompañeros, de hecho, le habían lanzado un claro toque de atención.

DeMarcus Cousins afirmó lo siguiente: "Las faltas de respeto de Harden empezaron mucho antes de esa rueda de prensa. Cómo se tomó la pretemporada, cómo se ha presentado (de forma), las payasadas fuera de la pista... Las faltas de respeto empezaron mucho antes. Puede sentirse como quiera con la franquicia o con su situación, pero para nosotros es injusto".

John Wall, recién llegado a la franquicia, le hizo un reproche diferente: "Venga, hombre, llevamos nueve partidos ¿Y ya quieres saltar del barco?".

La realidad es que Harden ya no vestirá más la camiseta del equipo tejano. Los Nets son su nuevo reto, un reto que podría ponerle incluso el ansiado anillo en sus manos.