John Wall busca tener en Los Ángeles el lugar en el que demostrar a la NBA el motivo por el que fue número 1 del draft del año 2010. El jugador, nuevo fichaje de los Clippers, ha escrito una carta en 'The Players Tribune' en la que ha confesado lo mal que lo sucedió durante una carrera en la que se ha embolsado más de 232 millones.

Pero el dinero es una cosa, y otra muy distinta es la salud mental. Wall ha reconocido haber sufrido una fuerte depresión tras su grave lesión en el tendón de aquiles y por la muerte de su madre, a causa de un cáncer de mama, en 2019.

"Estuve muy cerca de quitarme la vida", afirmó Wall, de 32 años.

Y relata cuánto sufrió por todo lo que le sucedió: "Fue muy rápido. En tres años pasé de estar en la cima del mundo a perder todo cuanto me importaba. En 2017 saltaba en la mesa de un locutor en Washington tras forzar el séptimo partido ante Bosto. Me sentí un mago, de por vida".

"Al año me rompí el tendón de aquiles. Perdí mi santuario. Terminé con una grave infección y casi me amputan el pie. Un año después perdí a mi mejor amiga en todo el mundo, mi madre, por cáncer de mama", relata John Wall.

El ex de Houston Rockets reconoce que jamás ha estado peor en la vida: "Es el lugar más oscuro en el que he estado. En un momento pensó en suicidarme".

"Mi mejor amiga se ha ido. No puedo jugar al juego que amo... ¿Quién está ahora?", se cuestiona.

Para salir de tal situación, Wall reconoce que la ayuda de sus hijos fue clave, y también reconocer que tenía un problema para empezar a ir a un terapeuta.