Los Warriors volvieron a ganar en casa tras tres derrotas consecutivas ante los Chicago Bulls. El partido que transcurría de forma cómoda para los de Steve Kerr, con hasta 13 puntos de diferencia en el segundo cuarto, pero se terminaría complicando en el inicio de la segunda parte.

Fue entonces cuando el entrenador de la franquicia de la Bahía rompió una pizarra contra el suelo y uno de esos trozos le hizo un corte en la mano. Al finalizar el encuentro el entrenador de los Warriors acudió a la sala de prensa con una venda en la mano. "Estoy bien, no he necesitado puntos", dijo entre risas asegurando que suele "romper un par de estas todas las temporadas", comentaba Kerr.

Efectivamente, no es la primera vez que Steve Kerr lo hace. Ya lo hizo en las Finales de 2016 cuando, de un puñetazo, hizo añicos su pizarra.

El que también compareció en sala de prensa fue el jugador de los Warriors Omari Spellman que comentó: "Estaba alucinando, había sangre y él seguía dibujando una jugada en un trozo de pizarra. Como si no hubiera pasado nada".

Los Golden State Warriors ganaron por 104-90 a los Chicago Bulls en una temporada en la que las cosas no van bien ya que marchan últimos en la clasificación de la Conferencia Oeste.