El bisonte europeo estuvo a punto de extinguirse y ha conseguido convertirse en la esRtella de este safari único en el mundo que posee más de 1.000 hectáreas en plena sierra de Atapuerca."Se acercan mucho, los puedes tocar y realmente es muy espectacular", comenta un visitante del safari.

Lo mismo ocurre con los caballos Prevalsky, los que pintaban los hombres prehistóricos en las cuevas. A día de hoy sólo quedan 1.500 en todo el mundo.

En este safari se pueden encontrar animales paleolíticos y recreaciones genéticas como los Tarpanes, los cuales se extinguieron en el siglo XIX, estos pueden ser vistos aquí gracias a la selección a través de cruces genéticos.

De la misma forma, los uros, los antepasados extintos de nuestras vacas y toros. "Hemos querido juntar un poco lo que es la parte más ambiental con la parte más biológica de poder conocer estos animales de cerca, pero relacionarlos, vincularlos muy bien a lo que fue su papel en la prehistoria. Por ello a lo largo de la visita, la gente puede vivir como lo hicieron ellos", argumenta Estefanía Muro, bióloga del paleolítico vivo.

También se puede aprender a cazar e incluso hacer fuego. Una visita apta para todos los públicos. "He visto animales y también he puesto una mano y he tirado con arco" comenta una niña.

Esta es la mejor manera de aprender y de vivir la prehistoria. Todo un Parque Jurásico en España.