Podríamos remontarnos al año 1937, donde las manos de David Hand, Wilfred Jackson y Larry Morey crearon a la princesa más guapa del momento, porque efectivamente si no era guapa no era una princesa. Hablamos de 'Blancanieves'. Una joven de piel clara, ojos miel y una belleza inigualable y, más importante todavía, que sabía limpiar a la perfección. También, para seguir la tradición, podríamos avanzar al año 1960, cuando el animador italiano Clyde Geronimi daba vida a 'La bella durmiente', toda una mujer empoderada que se pasa la mayor parte del filme durmiendo y/o limpiando, cocinando y, por supuesto, cosiendo.

Pero, ¿qué le ocurre a Disney con las mujeres? Tuvieron que pasar 72 años hasta que llegara una protagonista que no fuera blanca y que, además, mandara a su príncipe a hacer la cena: ‘Tiana y el sapo’, que se estrenó en 2009, fue casi una revolución.

En el año 2016 llegó a España la película Moana (Vaiana, en castellano) donde, por primera vez, se muestra el papel de la mujer de una forma distinta. Moana no busca un príncipe, no busca enamorarse. Ella sólo quiere encontrar la forma de salvar a su pueblo. Es aquí donde miramos hacia atrás y vemos un cambio, una evolución. Ahora sólo queda un pequeño paso y es Elsa, de la película ‘Frozen II', la que nos da las esperanzas, ¿o quizás no?

Un mundo ideal

¿Vivimos en el mundo que queremos? Como decía la canción de la película 'Aladdín' que se estrenó en 1992, “Un mundo ideal, un mundo en el que tú y yo podamos decidir cómo vivir”, es decir, un hombre y una mujer que se unen para enamorarse, ser felices y tener muchos hijos. Pero años después aparece Elsa, de la primera edición de ‘Frozen’, y lo pone todo patas arriba. En esta película la protagonista es una princesa que sólo busca proteger a su hermana, ¡sorpresa! ni rastro de necesitar estar con un hombre para ser feliz y, ¿por qué es esto importante?

"Imponer la sexualidad es muy violento"

Tras el revuelo en el estreno de la primera edición de ‘Frozen’, una oleada de personas no dejó de pedir #UnaNoviaParaElsa en redes sociales. Esto llegó a provocar que muchas personas dieran por hecho que la princesa del hielo era lesbiana por no aparecer con un hombre en la película. Una petición a la diversidad que terminó en un machismo de bandera y una imposición sexual más que agresiva. Así lo afirma Virginia Durón, especialista en género: “es importante que los fans pidan una novia para Elsa, pero imponer la sexualidad es muy violento”. En un mundo ideal la sexualidad no ha de imponerse.

Hakuna Matata

Hakuna Matata, vive y deja vivir. Hakuna Matata, vive y sé feliz” cantaba la película del 'Rey León' allá por el año 1994. Y qué curioso que este puñado de letras con más sentido que armonía lo tengan que decir un par de animales, ¿verdad?

¿Por qué Elsa debería ser lesbiana? ¿Por qué estar sola debe condicionar la sexualidad que un dibujo animado? ¿Es la obligación de una mujer amar a alguien? José Fernando Troyano, profesor de sociología de la Universidad de Málaga (UMA) afirma que nos encontramos ante un “machismo a lo grande” dando por hecho que una mujer debe estar con un hombre por imposición porque, según él, “decir que una mujer no puede estar soltera implica directamente tener que estar con un hombre”.

Entonces… ¿Ser lesbiana podría ser un insulto? ¿Ser soltera podría ser un insulto? ¿Ser mujer es un insulto? ¿Cómo afecta todo esto al colectivo LGTBI? Ni ser feliz es fácil ni dejar ser feliz tampoco lo es.

Libre Soy

La música de 'Libre soy', canción de la primera edición de Frozen no necesita ningún homenaje, simplemente ser entendida. Sea Elsa lesbiana o no, el colectivo LGTBI recuerda lo necesario que es que la homosexualidad tenga visibilidad en el mundo de la animación. Según Rutilio Martini, coordinador de Colegas confederación, asociación LGTBI, afirma que es necesario que haya personajes animados que pertenezcan al colectivo. Martini señala que los dibujos animados muestran la verdadera sociedad y son “el fiel reflejo de la realidad y los niños deben acostumbrarse a esa realidad de la diversidad y a su naturalidad”. Por supuesto, “siempre adaptando estos contenidos a la edad del público”. Lo mismo opina Piluca Baquero, productora y coordinadora del Grado en Cine en la Universidad Camilo José Cela, quien recuerda que Disney “es la fuente audiovisual de la que beben y con la que se crían los niños”, por lo que su formación desde pequeños viene de los dibujos y, en su gran mayoría, de estas películas.

Si hay algo que está claro es que Disney ha evolucionado para bien, con un objetivo real o comercial, pero lo ha hecho y ahora sus películas tienen unos personajes y tramas más diversas. ¿Tendremos algún día un personaje homosexual en nuestras pantallas? Durón está convencida de que con un personaje que represente al colectivo LGTB los niños “dejarían de sufrir el trauma de vivir en un armario, disfrutarían de su infancia y además no existiría el bullyng de este tipo”. El futuro de las nuevas generaciones se encuentra en las manos del mundo.