Desde hace algunos años, unos días antes de que se celebre el Festival de Eurovisión tienen lugar dos semifinales, de las que salen 20 países que participan en la final, en lo que es, a fin de cuentas, la noche del festival. En cada una de las semifinales participan una serie de países, pero sólo 10 son elegidos para la final. Y España nunca es uno de ellos, porque España no participa en las semis, sino que entra en la final directamente. No es el único; en realidad, son cinco los países que llegan directamente a la final de Eurovisión sin necesidad de competir con nadie, los conocidos como Big Five.

En la primera semifinal de Eurovisión 2024 participan, por ejemplo, países como Portugal, Ucrania, Finlandia o Chipre, este último encabezando el orden de las actuaciones del martes. En la segunda, lo hacen otros tantos. Pero España, junto a Alemania, Italia, Francia y Reino Unido, no tienen la necesidad de competir. Los cinco conforman el bloque denominado Big Five (los cinco grandes), compuesto por los cinco Estados que más dinero aportan a la Unión Europea de Radiodifusión (UER), que es la corporación internacional de radiodifusoras que está detrás de la organización del festival.

Esto no ocurre desde los inicios del festival. En el año 1999, Eurovisión introdujo una excepción para que Francia, Alemania, España y Reino Unido tuvieran derecho a competir en la edición de 2000 y posteriores, al ser los que aportaban una mayor cantidad de dinero para financiar el festival. Por aquel entonces formaban parte del 'Big Four', pero el grupo se amplió en 2011, cuando Italia regresó a la competición. Desde que se celebran las semifinales, estos cinco países se clasifican de manera automática, junto al representante del país anfitrión que, en 2024, es Suecia.

Sin embargo, esta medida no ha estado exenta de polémica. Hay quien considera que la excepción de estos cinco países puede llegar incluso a perjudicar sus resultados en el concurso; en parte, por la antipatía que pueden provocar al no haber competido como el resto de cantantes, pero también por la desventaja de pasar menos tiempo sobre el escenario. Sin embargo, los resultados de estos cinco países confirman que no siempre salen perjudicados.

La razón por la que Turquía no participa

Detrás del hecho de que España (y hasta otros cinco países cada año) entren directamente a la final está precisamente la razón por la que Turquía lleva años sin llevar canción al festival. El país debutó en el festival en 1975 y, de hecho, albergó la primera edición que contó con una primera semifinal, en 2004, después de ganar por primera vez gracias a Sertab Erener y su canción 'Everyway That I Can'. Durante la década de los 2000, Turquía se clasificaba prácticamente siempre para la final, salvo en una ocasión, pero desde 2012 no volvió a los escenarios de Eurovisión.

La decisión de Turquía de no participar en Eurovisión se debió entonces a dos factores: el cambio en los sistemas de votación —con la reincorporación del voto del jurado— y el beneficio de los Big Five. Y aunque la cadena turca TRT sigue formando parte de la UER —por lo que puede volver a participar en el concurso en el futuro—, incluso varios años optaron por ni siquiera retransmitir el festival. En 2014, por ejemplo, la emisora decidió no emitir Eurovisión por una cuestión completamente diferente.

"No podemos retransmitir en directo, cuando los niños están despiertos, a alguien como ese austriaco barbudo que lleva falda, no cree en los géneros y dice que es a la vez hombre y mujer", explicó entonces el director general de la radiotelevisión pública turca, Ibrahim Eren, en una clara referencia a Conchita Wurst.