"Esto comenzó por un incidente en los Premios Feroz del año pasado. A partir de ahí, empezamos a investigar y llegamos a esta historia". De esta forma ha resumido Ana Marcos, periodista de 'El País', la investigación que ha sacado adelante junto a sus compañeros Elena Reina y Gregorio Belinchón sobre el escándalo de Carlos Vermut. Esto es, sobre la denuncia que ha recibido el director de cine por parte de tres mujeres por violencia sexual.

Marcos se refiere a lo que sufrió la polifacética artista Jedet, quien fue víctima de una agresión sexual en los Premios Feroz. Jedet sufrió "tocamientos en el pecho" presuntamente por parte del productor Javier Pérez Santana, parte del equipo de una de las películas nominadas entonces a los Feroz. Su denuncia pareció dar pie a una suerte de 'me too' en España, aun con la complejidad que ello conlleva.

"Como muchísimos sectores, es difícil que alguien te crea. A ellas les ha pasado", ha destacado la también periodista de 'El País' Elena Reina. Las periodistas, que llevan 11 meses trabajando en ello, han asegurado a laSexta que siguen investigando unas acusaciones que han tambaleado los cimientos del mundo del cine. Las víctimas han relatado con detalle lo que habrían sufrido con el aclamado director de cine.

La primera mujer cuenta que conoció a Vermut de fiesta y ella le invitó a casa. Relata que, ya allí, el director se tiró encima y comenzó a estrangularla, que ella pataleó asustada hasta que paró y él le dijo que no se merecía esto. "Entonces, no sé por qué, pues estaba muy descolocada, incluso le dije: 'Vale, perdona, perdona'", ha contado al diario. Después de eso, siguieron, y cuenta la mujer que solo recuerda que le pidió que usara preservativo, pero sin éxito.

Ante esta acusación, el director ha reconocido al periódico haber practicado sexo duro, pero siempre consentido, porque, dice, para él el consentimiento "es muy importante"; que siempre que se lo piden, usa preservativo. Otro testimonio es el de una mujer que asegura haber mantenido relaciones con él a la vez que trabajaban juntos. Relaciones con una violencia que no consintió, dice: "A lo mejor no tenía muchas ganas, pero sabía que eso iba a pasar. Y me daba miedo hacerlo. Intenté convencerme de que esa manera de concebir las relaciones me tenía que gustar".

En este caso, Vermut ha culpado a su vida "promiscua" y al haber practicado "muchos tipos de sexo" el estar viviendo esta situación. Finalmente, otra mujer ha relatado cómo él le arrancó el sujetador y acabó echándola a gritos de su casa. Aquí, Vermut ha llegado a responder que si sube con alguien a su sofá o a su cama, da por hecho que tiene una intención sexual.